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¿Por qué las mujeres estamos desconectadas de nuestro ÚTERO?

Foto del escritor: Maria A MayolMaria A Mayol

Actualizado: 19 jul 2024

Mujer que quiere sanar su linaje femenino
La importancia de vivir conectadas a nuestro Útero.

Como mujeres, somos muy conscientes de la importancia de cuidar nuestro cuerpo físico. Sabemos que debemos nutrirnos adecuadamente, mantener buenos hábitos, realizar ejercicio físico y atender nuestra salud para sentirnos bien. Sin embargo, muchas de nosotras, desconocemos o nos olvidamos completamente de un órgano vital y sagrado: nuestro útero.

¿Por qué estamos desconectadas de nuestro útero?

Ni tan siquiera nos planteamos la importancia de poner nuestra atención sobre él, ni la necesidad de escucharlo y, mucho menos, sentirlo.




Nuestro Útero: el Gran Olvidado

Vivimos en una sociedad que nos ha mantenido desconectadas de nuestro útero. En general, solo somos conscientes de su presencia cuando experimentamos dolor o molestias, durante la menstruación, o en el proceso de ser madres.


Para poder percibirlo necesitamos parar y mirar hacia dentro. Desde el silencio y la quietud es cuando podemos empezar a observar nuestras sensaciones, nuestro cuerpo, nuestra vida interna y externa. Sin ese paso no es posible acceder al rico mundo interno de nuestro ser.


Podríamos intuir que un órgano capaz de gestar una vida humana, sostenerla, nutrirla y permitir su desarrollo debe ser algo más que cualquier otro órgano. Se trata de un órgano que produce magia. Es capaz de gestar VIDA en su interior. Solo por ello ya merece nuestro reconocimiento y atención. Pero ¡hay mucho más1


Si somos un poco observadoras, quizás hayamos empezado a notar sus cambios a lo largo del mes. Sin embargo, la vida lineal y productiva en la que estamos inmersas no permite esta autoobservación y conexión. Ello requiere lentitud, presencia, y respetar los tiempos y ciclos propios, algo de lo que carecemos en la sociedad actual con su ritmo frenético.


En realidad, nuestro útero nos envía señales constantemente, grita por nuestra atención, pero a menudo no sabemos escucharle.


El Útero: Centro de Poder y Creatividad

Nuestro útero es más que un órgano reproductivo; es el centro de nuestra capacidad creativa, intuición, fuerza interna, y nuestra habilidad para gestar no solo vida, sino también ideas y proyectos. Es la fuente de nuestro autocuidado y de nuestra capacidad para cuidar y nutrir a otros.


El útero es un órgano mágico, capaz de gestar vida, nutrirla y traerla al mundo. Sin embargo, su poder no se limita a la biología. En el útero reside una energía creativa inmensa. Es un espacio donde se conciben no solo hijos, sino también sueños, proyectos, y nuevas formas de ser. Es el lugar donde nuestras ideas se incuban y desarrollan, donde nuestra creatividad se manifiesta de manera tangible.


Nuestra intuición, esa voz interior sabia y poderosa, también encuentra su hogar en el útero. Es desde este centro que podemos sintonizar con nuestras necesidades más profundas y con las verdades que a veces nuestra mente racional no alcanza a ver. Cuando estamos en sintonía con nuestro útero, estamos más conectadas con nuestra esencia y podemos tomar decisiones más alineadas con nuestro ser auténtico.


El útero es también una fuente de fuerza interna. Es el lugar desde donde podemos encontrar la energía y el coraje para enfrentar los desafíos de la vida. Es en este espacio donde podemos conectar con nuestra resiliencia y nuestra capacidad para transformar nuestras vidas y la de los demás.


El autocuidado y la capacidad de cuidar a otros están profundamente conectados con el estado de nuestro útero. Un útero sano y atendido nos permite estar en un estado de equilibrio, desde donde podemos ofrecer lo mejor de nosotras mismas. Es fundamental que aprendamos a escuchar y atender las necesidades de nuestro útero, para que podamos nutrirnos a nosotras mismas y, en consecuencia, a los demás.


La Desconexión y el Camino de Regreso

Históricamente, el patriarcado ha contribuido a nuestra desconexión con el útero. Se nos ha enseñado a ver nuestro útero solo en términos de su capacidad reproductiva, y a menudo solo nos damos cuenta de su presencia cuando experimentamos dolor o molestias. Sin embargo, este órgano es mucho más que eso. La vida moderna, con su ritmo frenético y su enfoque en la productividad lineal, nos aleja aún más de esta conexión esencial. Nos dificulta entendernos como mujeres, comprender nuestra ciclicidad y vivir acorde a ella.


El camino de regreso a nuestro útero implica lentitud, presencia y respeto por nuestros propios ritmos y ciclos. Requiere que escuchemos las señales que nuestro útero nos envía, que aprendamos a interpretar sus mensajes y que integremos esta sabiduría en nuestra vida diaria.


Es crucial que aprendamos a escuchar a nuestro útero y a sanar cualquier tensión o desconexión que tengamos con él. Al hacerlo, no solo mejoramos nuestra salud física, sino que también potenciamos nuestra creatividad, nuestra intuición, nuestra fuerza interna y nuestra capacidad para cuidarnos y cuidar a los demás.


Recupera Tu Poder Femenino

Reconectar con nuestro útero es un acto de empoderamiento. Nos devuelve nuestra voz, nuestra fuerza y nuestra capacidad de crear y nutrir. Sanar y conectar con nuestro útero es una manera poderosa de reivindicar nuestro poder como mujeres. Nos permite acceder a una fuente profunda de sabiduría y energía que puede transformar nuestras vidas de maneras sorprendentes. Al honrar nuestro útero, estamos honrando nuestra totalidad y nuestra capacidad para vivir una vida plena, creativa y empoderada.

Al hacerlo, no solo sanamos a nivel personal, sino que también contribuimos a la sanación colectiva de todas las mujeres.


Reflexión Final

Nuestro útero es el centro de nuestro poder femenino. Como mujeres no somos ni conscientes de su inmenso poder e importancia. Al reconectarnos con él, recuperamos nuestra esencia y nuestra fuerza. Es hora de prestar atención a las señales de nuestro cuerpo, de permitirnos vivir nuestra ciclicidad y en sintonía con ella, de escuchar a nuestro útero y de recuperar el poder que reside en nosotras.


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